La organización Probosco es pionera en un proyecto que brinda hogares a personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que más apoyos necesitan Además de integrarlas en la comunidad, ‘Mi Casa’ logra despertar y dinamizar
La organización Probosco es pionera en un proyecto que brinda hogares a personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que más apoyos necesitan
Además de integrarlas en la comunidad, ‘Mi Casa’ logra despertar y dinamizar al vecindario
Tomar el café en casa de una vecina, recibir visitas o ir a la ventita más cercana son algunas de las actividades cotidianas en el barrio de San Antonio, en La Orotava. Desde hace años y gracias a la organización Probosco, también son parte de la rutina de un grupo de personas con un alto grado de discapacidad que residen en dos viviendas inclusivas de la zona. Elsa, Lolo, Aarón, Mónica y otras seis personas han logrado formar un hogar, tener el control de sus vidas y, lo más importante: vivir integrados en una comunidad y no aislados en residencias o centros.
En un intento por avanzar hacia una atención más personalizada, Probosco consiguió hace varios años la primera vivienda a nivel nacional para personas con grandes necesidades de apoyo. Hoy en día, además de las dos casas ubicadas en este barrio y bautizadas como la Osa Mayor -por ser la más espaciosa- y la Osa Menor, la entidad cuenta con otras tres viviendas inclusivas repartidas por tres zonas de La Orotava.
