El nadador catalán, con siete medallas paralímpicas en su palmarés, arranca el curso internacional con un podio en las Series Mundiales de Melbourne (Australia). Lucha por estar en París 2024, que serían sus séptimos Juegos.
El nadador catalán, con siete medallas paralímpicas en su palmarés, arranca el curso internacional con un podio en las Series Mundiales de Melbourne (Australia). Lucha por estar en París 2024, que serían sus séptimos Juegos.
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20/02/2023
El amor que le profesa a su deporte y su incesante competitividad permiten a Miguel Luque desafiar al tiempo. A sus 46 años continúa al más alto nivel en la piscina y coleccionando medallas. Es uno de los veteranos de la natación española junto a Teresa Perales, Chano Rodríguez o Xavi Torres, un deportista que cada curso ha ido reinventándose, acudiendo a técnicas vanguardistas para mejorar su rendimiento y aferrándose a una estricta preparación física y al cuidado de la alimentación para retrasar la edad de jubilación.
En sus más de dos décadas como nadador acumula en el bañador numerosas batallas y logros, como las siete medallas en seis Juegos Paralímpicos consecutivos, seis de las cuáles en su prueba fetiche, los 50 metros braza SB3. En Tokio 2020 cosechó la última, una plata que sirvió de impulso para continuar un ciclo más con el objetivo de estar en los Juegos de París 2024.
“Como cada año lo afronto con muchas ganas e ilusión. Está claro que cada vez cuesta mucho más recuperarte de los entrenos y de las lesiones, pero seguimos intentando mejorar en los pequeños aspectos de cada día para volver al día siguiente con más motivación y fuerza”, recalca. El de Parets del Vallès (Barcelona) ha sido el único representante español en la primera parada de las Series Mundiales que se han celebrado en Melbourne (Australia), donde ha conseguido una plata en 50 braza SB3 bajo el sistema multidisability con un tiempo de 51.42 segundos.
Su marca personal está en 48.42, aunque confía en arañarle centésimas al crono. “El objetivo principal es siempre mejorar en mi prueba, no será fácil bajar, pero es un reto más que tenemos. Vamos a introducir nuevos aspectos en la preparación, en las cargas de entrenos, suplementación y nutrición”, apunta Luque, que en el agua busca pulir la técnica en cada brazada. Ya no hace tantos metros como antes, aunque sí entrenamientos de calidad para perfeccionar el estilo.
Y una pieza fundamental para mantenerse entre los mejores del mundo es su entrenador, Joan Serra, con quien forma una dupla sin fisuras que rema en la misma dirección: “Nos hemos compenetrado muy bien y esa es la clave del éxito. Este año vamos a intentar hacerlo muy bien”. El gran objetivo de la temporada no es otro que el Mundial de Manchester (31 de julio-6 de agosto), en el que tratará de añadir nuevas preseas a su palmarés. En la última cita mundialista, en Madeira 2022, el catalán cosechó una plata en 50 braza y dos bronces en 150 estilos SM4 y en relevos.
Luque trabaja para estar en París 2024, que serían sus séptimos Juegos Paralímpicos. En los seis anteriores cazó medalla, siempre en su prueba: oro en Sídney 2000 y en Atenas 2004 -en esta edición también fue bronce en relevos-, bronce en Pekín 2008 y platas en Londres 2012, en Río de Janeiro 2016 y en Tokio 2020. “Para mí estar en los próximos Juegos será toda una gran satisfacción personal y el resultado de un gran trabajo en equipo”, sentencia el inconformista nadador español.