Xavi Torres: «Aunque yo siempre esté de broma, vivir así no es fácil»

Vicente Javier Torres Ramis, conocidos por todos como Xavi Torres (Palma de Mallorca, 1974), es una toda una leyenda del deporte paralímpico. Nacido con tétrafocomelia, es decir, sin gran parte parte de sus cuatros extremidades,

Vicente Javier Torres Ramis, conocidos por todos como Xavi Torres (Palma de Mallorca, 1974), es una toda una leyenda del deporte paralímpico. Nacido con tétrafocomelia, es decir, sin gran parte parte de sus cuatros extremidades, inauguró su brillante palmarés hace ya más de tres décadas, en Barcelona’92, con cinco medallas: una de oro, dos de plata y dos de bronce. Aquellas fueron las pimeras de sus 16 preseas paralímpicas, repartidas en siete participaciones, la última de ellas en Tokio después de nueve años sin competir. En plenos Juegos Olímpicos, y en la antesala de los Paralímpicos que tendrán lugar entre finales de agosto y principios de septiembre, hemos aprovechado el 20 aniversario de mallorcadiario.com para charlar con él sobre la actualidad y sus recuerdos.

¿Qué hacía Xavi Torres hace 20 años?

Pues, precisamente, estaba en el mismo sitio del que acabo de salir ahora: el Centre de Tecnificació Esportiva, por entonces llamado Príncipes de España. Durante aquellos días, estaba ultimando mi preparación para los Juegos Paralímpicos de Atenas, que iban a tener lugar semanas más tarde y de la que guardo un buen recuerdo, ya que logré dos medallas: plata en 150 metros estilos SM4 y bronce en 4 × 50 metros estilos.

En total, compitió en siete Juegos Paralímpicos… Imagino, que los primeros, los de Barcelona en 1992 con un total de cinco metales -oro en 4 × 50 metros libre S1-6; plata en 4 × 50 metros estilos S1-6 y 150 metros estilos SM4; además de bronce en 50 metros mariposa S5 y 100 metros braza SB3- fueron los más especiales…

La verdad es que sí. Ten en cuenta que me clasifiqué con 17 años, si bien en el momento de la competición ya había cumplido la mayoría de edad. La cercanía con Barcelona hizo que en las gradas estuvieran presentes muchos familiares y amigos. Recuerdo que, al llegar a las piscinas de Montjuïc, aluciné con la cantidad de gente que había en el recinto.

También me quedaría con los de Sidney en el año 2000 -tres y un bronce- puesto que ya habían pasado los suficientes años para ser consciente de todo y disfrutarlo de otra manera.

Dígame la verdad: tras regresar en Tokio después de nueve años de ausencia… ¿Llegó a valorar la posibilidad de intentar la clasificación para París 2024?

Bueno, lo que estaba claro es que, entre unos Juegos y otros, pasarían tres años en lugar de los cuatro habituales. Pero los años pasan y el precio de intentarlo era muy elevado. De todas maneras, yo necesito entrenar por cuestiones de salud. Recientemente, me he retirado de la competición internacional tras 35 años. Y lo disfruté muchísimo. Este año, en París, viviré los Juegos de otra manera tras siete ediciones compitiendo y otro más como entrenador.

Hablando de la capital gala… ¿Cómo ve a los mallorquines Hugo González y Sergio de Celis?

Hugo (González) siempre ha mostrado un nivel alto, aunque su explosión ha llegado en Estados Unidos. Se le nota que disfruta mucho con lo que hace. Además, es un ejemplo como persona. Hace poco vino a nuestra Fundación y se mostró muy cercano y encantador con los niños. No tengo dudas de que, si todo sigue su curso normal, luchará por medallas.

Sergio, por su parte, ha tenido una progresión brutal. Ha logrado clasificarse para una de las pruebas más difíciles -100 metros libres- y eso ya es todo un éxito. La verdad es que me haría una especial ilusión que hiciera un gran papel ya que lo conozco desde que era pequeño.

En los próximos Juegos Paralímpicos, la eterna Teresa Perales, con 27 medallas, buscará lo que parecía una quimera: igualar o superar el récord de 28 de Michael Phelps…

Teresa (Perales) es como una hermana para mí y todo un símbolo para el deporte paralímpico. Ella es una líder por su carisma y estoy seguro de que será competitiva, aunque haya tenido que cambiar de categoría debido a su enfermedad evolutiva.

Evidentemente, iré a animarla en persona. Tengo marcada las fechas en rojo en mi agenda. Ojalá tenga éxito y podamos repetir la escena de Tokyo, cuando tras una medalla me colé en la zona mixta para abrazarla (risas).

Germans Escales, Antònia Real, Marga Crespí, Melani Costa, Catalina Corro, Xavi Torres… son muchos los nadadores cuyos nombres lucen en instalaciones deportivas de la isla…

Pues la verdad es que resulta curioso y, a la vez, halagador que nuestro deporte haya y esté dejando tanta huella en nuestra isla. Creo que para nosotros, y también para otras modalidades, la creación del Centre de Tecnificació Esportiva ha supuesto un antes y un después, ya que, además de dar sus frutos a nivel deportivo, hemos formado una gran familia.

Por cierto, ¿En qué soñaba Xavi Torres convertirse cuando era niño?

No sé por qué, pero cuando era un niño, le decía a todo el mundo que quería ser corredor de bolsa (risas). Ahora en serio, cuando yo era un niño, las personas como yo no tenían las posibilidades que, afortunadamente, tienen ahora. De todas maneras, siempre me ha interesado el mundo del periodismo y también el de la docencia.

¿Recuerda su primera vez en una piscina?

Supongo que debió de ser en la piscina de Palmanyola. Lo que si recuerdo perfectamente es que mi tres hermanos menores aprendieron a nadar antes que yo y eso me picó (risas). Me acuerdo de que iban a Son Hugo, donde luego mis padres empezaron a organizar, junto a otros padres, cursos municipales con la fundación que crearon: la ASPROM (Asociación Balear de Personas con Discapacidad Física). Allí empezó todo y la natación se convirtió en forma de vida. Y es que, en el agua, tengo más libertad de movimientos.

Entre sus múltiples gestas, una muy recordada tuvo lugar en marzo de 2002, cuando nadó durante 24 horas seguidas en un abarrotado Son Hugo… Menuda locura, ¿no?

Nació como algo medio en broma para luego convertirse en un evento solidario. Me estuve preparando durante seis meses cuidando todo tipo de detalles para poder respirar por los que tienen dificultad en hacerlo. Tuve que competir contra la lógica, puesto que pocos pensaban que podría lograrlo. De hecho, recuerdo que, al acabar, un cámara de televisión me confesó que su jefe lo había mandado hasta allí para grabar el momento de mi retirada (risas).

Se lo habrán preguntado mil veces, pero… ¿Qué necesita el deporte adaptado para tener más reconocimiento?

Creo que hay dos aspectos fundamentales. En primer lugar, es necesaria una mayor sensibilización, ya que, sea bien por un accidente o por una enfermedad, cualquiera puede acabar con una discapacidad. Por otro lado, es muy importante trabajar la base. En un momento dado, la falta de experiencia puede pasar factura. Para evitarlo, los niños y las niñas con discapacidades tienen que poder practicar deporte.

Para acabar… Hace poco, el cineasta Marcos Cabotà le dejaba caer en “X” que le gustaría grabar la película de su vida… ¿Veremos algún día un biopic o documental de Xavi Torres?

Esta no me la esperaba (risas). Marcos y yo solemos salir a cenar con Jaime Anglada y Agustín ‘El Casta’. Como somos de mundos diferentes, nos divertimos mucho. Ahora hablando en serio, nunca se sabe. Aunque yo siempre este de broma, vivir así no es fácil. Eso sí, no tengo ninguna duda de que, a través del gran trabajo que hace Marcos, se podría cambiar la conciencia social.

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