Como un ave Fénix, Miriam Martínez siempre renace de sus cenizas y se reinventa una y otra vez tras superar los obstáculos que encuentra en su camino. La atleta de la Federación Española de Deportes
Como un ave Fénix, Miriam Martínez siempre renace de sus cenizas y se reinventa una y otra vez tras superar los obstáculos que encuentra en su camino. La atleta de la Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido se ha estrenado en un Mundial de atletismo después de muchas vicisitudes. La alicantina, que apenas lleva desde febrero lanzando la jabalina, ha quedado en la novena posición en la categoría F34.
Tres años después de pasar por la UVI tras sufrir un daño cerebral por una enfermedad neurodegenerativa que le dejó paralizada, se proclamó campeona de Europa de lanzamiento de peso en Polonia. Unos meses más tarde, también en 2021, se colgó una plata en los Juegos Paralímpicos de Tokio. Unos días antes de ese momento, en la ceremonia inaugural su sistema nervioso colapsó y le dio un brote de espasticidad, sus brazos y sus piernas quedaron bloqueados. Sin poder respirar con fluidez, con dolores e hipotermia y con problemas para digerir los alimentos porque tenía una disfagia, sacó fuerzas para llevarse una medalla.
En Tokio fue la última vez que lanzó de pie, ya que ahora lo hace cinchada en una silla y ha tenido que cambiar la bola de acero por la jabalina ya que su categoría desapareció del programa paralímpico para 2024. Tras un duro proceso de recuperación, con problemas de salud derivados de su enfermedad y con una fisura en la médula tras una operación, ha sabido adaptarse a las circunstancias para plantarse en su primer campeonato del mundo. Estar en el estadio Charléty de París ya era una medalla para ella.
En una categoría muy competitiva y con rivales de gran nivel, Miriam no estuvo tan cómoda ni fluida como había demostrado en los entrenamientos previos y comenzó el concurso con un nulo. Después lanzó hasta los 13.84 metros y tras otro nulo, alcanzó los 14.23 metros, que suponen mejor marca personal y récord de España. Los dos últimos intentos tampoco fueron válidos. Queda trabajo por hacer, pero la alicantina tiene mucho margen de mejora con la jabalina, con la que espera llegar a los Juegos de París. Antes, tendrá otro Mundial el próximo año en Japón.Navegación de entradas