A través de este programa firmado por Fundación También y el Ayuntamiento, acercamos la discapacidad a jóvenes usuarios de centros deportivos municipales de Madrid para concienciar sobre la importancia de la inclusión. Gracias al programa,
A través de este programa firmado por Fundación También y el Ayuntamiento, acercamos la discapacidad a jóvenes usuarios de centros deportivos municipales de Madrid para concienciar sobre la importancia de la inclusión.
Gracias al programa, «Escuelas Deportivas Inclusivas», llevado a cabo en diferentes Centros Deportivos Municipales de Madrid, visibilizamos y concienciamos sobre la discapacidad entre los más jóvenes ya que es la forma más directa para poder normalizarla y incluirla en la sociedad de forma totalmente natural y tolerante.
Los jóvenes que asisten periódicamente a estos centros para practicar su deporte favorito son ajenos, como la mayoría de la sociedad, a que existen otras personas con algún tipo de discapacidad, y que también lo practican o al menos deberían tener las mismas oportunidades de practicarlo.
Cuando llegamos con todo nuestro equipamiento y material adaptado no saben, que gracias a todo esto, jóvenes como ellos pero con movilidad reducida o con alguna discapacidad intelectual o sensorial, realizan prácticas deportivas en igualdad de condiciones.



Jugar un partido de baloncesto en sillas de ruedas no es fácil y lo han podido experimentar de primera mano. Aunque al principio es complicado, con algunas indicaciones de Adrián, nuestro técnico especializado en silla de ruedas, y sus entrenadores deportivos, finalmente han disfrutado de «otra manera» y se han puesto en la piel de las personas con discapacidad que lo practican.
Adrián es el encargado de explicarles nada más llegar, las diferencias entre «su» baloncesto convencional y el baloncesto adaptado en silla de ruedas. Conocen así las normas y conceptos diferenciadores entre un baloncesto y otro, pero lo más importante llega cuando se sientan en una de estas sillas y comienza el partido. Un partido que jugamos de forma inclusiva, unos a pie y otros en silla, porque de lo que se trata es de incluir a la discapacidad entre todas las actividades de la vida social. Comprobar que se puede, que debería ser lo habitual que las personas con discapacidad y sin ella formaran un gran equipo todos lo días del año.

La reflexión final es la parte que más nos gusta porque es ahí donde estos chavales nos dan el feedback que necesitamos. Recoger las opiniones de todo lo aprendido nos permite seguir avanzando con nuestra misión. El resultado no puede ser más gratificante.
La experiencia ha sido increíble, me gustaría repetir en alguna ocasión»
Las personas cono tú (Adrián) pueden hacer muchas cosas y compartir esta actividad me ha encantado.