ESMARTCITY: El Centro Europeo de Recursos en Accesibilidad (AccessibleEU) se lanzó el pasado 4 de julio en el Comité Económico y Social Europeo (CESE) en Bruselas. ¿En qué consistirá el trabajo de AccessibleEU? ¿Cuál será
ESMARTCITY: El Centro Europeo de Recursos en Accesibilidad (AccessibleEU) se lanzó el pasado 4 de julio en el Comité Económico y Social Europeo (CESE) en Bruselas. ¿En qué consistirá el trabajo de AccessibleEU? ¿Cuál será el cometido de Fundación ONCE como líder del proyecto?
Jesús Hernández Galán: Desde AccessibleEU nos encargamos de impulsar la accesibilidad en la Unión Europea. Realizamos eventos de sensibilización, formación y networking, elaboramos guías y materiales de apoyo, difundimos buenas prácticas de accesibilidad que puedan servir de ejemplo, compartimos referencias en accesibilidad y, en definitiva, generamos conocimiento en esta materia.
ESMARTCITY: En uno de los paneles técnicos del evento de lanzamiento los participantes hablaron sobre los desafíos para implementar la legislación de accesibilidad en la Unión Europea, ¿cuáles son esos desafíos y cómo pueden superarse?
J. Hernández Galán: El principal desafío es la adquisición de conocimiento en materia de accesibilidad. Los países de la Unión Europea parten de realidades muy distintas, pero lo que sí es común es la necesidad de seguir extendiendo el conocimiento en accesibilidad entre los profesionales que deben encargarse de aplicarla. Creemos que AccessibleEU ayudará a esto.
Otro desafío es la accesibilidad cognitiva, es decir, el diseño de espacios, productos y servicios fáciles de comprender. En AccessibleEU queremos desarrollar acciones orientadas a difundir la accesibilidad, centrando algunas actividades en la accesibilidad cognitiva.
ESMARTCITY: En su opinión, en el caso concreto de las ciudades, ¿qué necesidades y dificultades se presentan en el ámbito de la accesibilidad? En este sentido, ¿cómo pueden contribuir las smart cities a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad?
J. Hernández Galán: Una ciudad no es inteligente si no piensa en las personas, si no es humana. Las personas somos diversas en cuanto a capacidades, por lo que las ciudades deben adaptarse a personas que presentan dificultades de visión, audición, movilidad o comprensión.
Es importante, por ejemplo, que se garantice la accesibilidad en el ciclo de vida de cualquier desplazamiento, es decir, desde que estás en casa consultando una app para ver cuándo llega el autobús, hasta que lo tomas y llegas al destino, contemplando la accesibilidad en todos los espacios, productos y servicios con los que las personas interactuamos: sitios web, aplicaciones, semáforos, marquesinas, autobuses, etc.
ESMARTCITY: Otros dos paneles del evento se centraron en los diferentes agentes involucrados en el desarrollo y uso de entornos, productos y servicios accesibles, así como en la formación en accesibilidad. ¿Qué se trató en estas sesiones?
J. Hernández Galán: Se habló de la importancia de implicar a la industria para el diseño de espacios, productos y servicios accesibles. También se abordó la necesidad de integrar la accesibilidad en la universidad, pero no sólo en los grados de arquitectura e ingeniería, ya que otros muchos profesionales tienen influencia directa en la buena o mala accesibilidad.
ESMARTCITY: También se dio a conocer el trabajo de los diferentes socios y de otras personas interesadas, ¿podría hablarnos sobre algún caso de éxito?
J. Hernández Galán: Casos que sirvan de inspiración, afortunadamente, hay bastantes. Por ejemplo, importantes entidades de la industria han aplicado accesibilidad en televisiones, cajeros, etc. También me gustaría destacar el trabajo que se ha realizado a nivel europeo en cuanto a la creación de estándares. No obstante, estamos recopilando un volumen importante de buenas prácticas en accesibilidad para publicarlas en el sitio web de AccessibleEU.
ESMARTCITY: ¿Qué resultados esperan conseguir con la puesta en marcha de AccessibleEU? ¿Qué supondrá para los ciudadanos europeos con discapacidad?
J. Hernández Galán: Esperamos que la accesibilidad forme parte de los parámetros de calidad de cualquier espacio, producto o servicio, y que la industria sea capaz de interiorizar esta idea. Los ciudadanos con discapacidad se podrán beneficiar de un número creciente de espacios, productos y servicios, ya que, aunque hemos identificado bastantes buenas prácticas, a nivel global queda aún trabajo por hacer.