El madrileño Miguel Ángel Toledo ha vuelto a escribir una página en la historia del tenis de mesa paralímpico español, clasificándose para sus segundos Juegos Paralímpicos, y siendo uno de los 10 palistas en París.
El madrileño Miguel Ángel Toledo ha vuelto a escribir una página en la historia del tenis de mesa paralímpico español, clasificándose para sus segundos Juegos Paralímpicos, y siendo uno de los 10 palistas en París. Tras su debut en Tokio 2020, Toledo, que compite en la clase 2, ha alcanzado este logro por su habilidad, dedicación y constancia, y también gracias a su constante búsqueda de la excelencia y la innovación en un deporte donde las limitaciones físicas no definen el éxito.
Toledo, que participó en Tokio 2020 gracias a una invitación de la ITTF y el IPC, decidió continuar su carrera internacional con un objetivo claro: clasificarse por ranking para sus segundos Juegos Paralímpicos. Este objetivo lo ha cumplido de manera sobresaliente, en la modalidad de dobles MD4 junto a Iker Sastre.
Hace tres años, durante el PTT Fa20 Spanish Open de Platja D’Aro, una casualidad cambió la trayectoria deportiva de Toledo. Allí se encontró con un jugador español invitado al torneo por la RFETM, quien le ofreció una nueva perspectiva sobre el tenis de mesa paralímpico. Le habló de la posibilidad de utilizar una pala más grande, una herramienta que podría ayudarle a contrarrestar su mayor debilidad: el juego corto y abierto.
Este encuentro llevó a Toledo a contactar con un artesano uruguayo afincado en Tarragona, conocido en Instagram como Handmade.js. Este manufacturero dedicó varias semanas a la construcción de una nueva pala para Toledo, y a lo largo de los años, le permitió probar hasta 12 palas distintas hasta encontrar la versión ideal. Actualmente, ya le puede llegar a confeccionar una pala en apenas una semana.
En el Campeonato del Mundo de Granada 2022, Toledo presentó un prototipo de esta pala a los árbitros, quienes confirmaron que cumplía con el reglamento de la ITTF, lo que permitió su uso en competiciones oficiales. La peculiaridad de esta pala radica en su longitud, siendo la más larga del circuito mundial, un recurso que Toledo ideó para superar las limitaciones impuestas por su discapacidad. En su categoría, donde los rivales suelen jugar corto y con apertura, Toledo encontraba dificultades para devolver muchas pelotas. Decidió entonces experimentar con diferentes longitudes, comenzando con incrementos de 2, 4, 8 y finalmente 10 centímetros adicionales. Aunque admite que jugar con una pala tan larga tiene su desafío, como el hecho de que «juegas con la pala muy lejos de la mano», Toledo se muestra satisfecho con la versión actual y no planea aumentar más su longitud.
Miguel Ángel Toledo se ha consolidado como un referente en el tenis de mesa paralímpico, y su historia es un ejemplo de cómo la innovación y la determinación pueden superar cualquier obstáculo. Su perseverancia y la búsqueda constante de soluciones lo han llevado a reescribir las reglas del juego, demostrando que las limitaciones solo existen si uno permite que lo hagan. Con su raqueta más larga, Toledo continúa su camino hacia París 2024, dispuesto a seguir desafiando las expectativas y alcanzando nuevas metas.
