El Grupo Social ONCE y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) han reclamado que las próximas elecciones al Parlamento Europeo, que se celebrarán en junio de 2024, sean totalmente accesibles. Así
El Grupo Social ONCE y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) han reclamado que las próximas elecciones al Parlamento Europeo, que se celebrarán en junio de 2024, sean totalmente accesibles.
Así lo han puesto de manifiesto esta semana durante el taller sobre la participación electoral de personas con discapacidad celebrado en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, al que asistieron los miembros del Grupo de Trabajo sobre Asuntos Generales de la Unión Europea, reunido estos días en Madrid.
En el acto participaron el director de Relaciones Internacionales del Grupo Social ONCE, Javier Güemes, que en su intervención pidió la inclusión del código QR en las papeletas electorales para las próximas elecciones europeas de 2024.
El encuentro también ha contado con la directora ejecutiva del CERMI, Pilar Villarino, quien ha solicitado medidas que aumenten al máximo la accesibilidad de todo el proceso electoral (procedimientos, lugares, materiales e información), facilitar la posibilidad de votar de manera independiente y secreta a través de ajustes razonables (código QR, guías en lectura fácil, lengua de signos, plantillas táctiles o Braille) y permitir la libre elección de asistencia para votar.
Ambos han denunciado que, en las últimas elecciones al Parlamento Europeo, celebradas en 2019, aproximadamente 400.000 personas con discapacidad en 14 países fueron privadas de su derecho al voto debido a su estatus de discapacidad, situación predominante en países como Bulgaria,
Chipre, Estonia, Grecia, Luxemburgo, Polonia y Rumania, donde una persona bajo tutela total o parcial automáticamente pierde su derecho al voto.
En cuanto al derecho a presentarse como candidato en unas elecciones, también lamentaron que no es común encontrar candidatos con discapacidad en los países de la UE pues solo Austria, Dinamarca, Alemania, España, Croacia, Italia, los Países Bajos y Suecia garantizan el derecho de todas las personas con discapacidad a postularse para cargos públicos.
Respecto a las opciones de votación, pusieron de manifiesto que cuatro países (Bélgica, Francia, Chipre y Grecia) no ofrecen ningún medio alternativo o anticipado para votar, lo que impide que aquellos que no pueden asistir a los lugares de votación en el día de las elecciones emitan su voto personalmente.
Esta falta de métodos alternativos de votación, alertaron, es particularmente perjudicial para las personas con discapacidad.
CÓDIGO QR
Además, hicieron hincapié en la ausencia de accesibilidad, que sigue siendo una de las principales barreras para que las personas con discapacidad ejerzan su derecho al voto, un hecho que afecta no solo a los lugares de votación, sino también al diseño de las papeletas, la accesibilidad de las cabinas, las máquinas de votación y cualquier información o comunicación proporcionada a los votantes ya sea a través de programas electorales, debates o mítines.
En cualquier caso, constataron que se han implementado diferentes ejemplos de buenas prácticas en diferentes países de la UE. Algunas de las más exitosas, conseguidas a través de la colaboración de entidades que representan los derechos de las personas con discapacidad como la ONCE, incluyen la provisión de ajustes razonables.
Esto abarca la posibilidad de métodos alternativos de votación, como urnas móviles, y la provisión de herramientas de apoyo que facilitan el voto de manera independiente y secreta, como kits de Braille (como es el caso de España) o plantillas táctiles.
Por otro lado, los ponentes recordaron que desde la Comisión Europea se viene trabajando en una Guía de buenas prácticas electorales para los Estados miembro donde se compartirán sistemas, modelos y soluciones llevadas a cabo en otros países para facilitar el acceso al voto a los ciudadanos de la UE.
Esta guía aborda la participación de las personas con discapacidad en el proceso electoral. Por ello, desde el Grupo Social ONCE se ha participado de forma activa en la redacción de esta guía con la Red Europea de Cooperación Electoral y la Dirección de Justicia de la Comisión Europea, en la que se ha querido plasmar el uso del código QR en las papeletas electorales.
Este código permite añadir una capa más de accesibilidad a la forma de ejercer el derecho al voto y en ningún caso sustituye al voto en braille, detalla la ONCE, pero permite el acceso a las personas que desconocen este sistema y que no poseen un resto visual funcional para poder ejercer su derecho con normalidad.
Su uso es sencillo ya que todos los dispositivos móviles en la actualidad cuentan con mecanismos preinstalados en sus cámaras que permiten la lectura de este tipo de códigos, añade la ONCE, que pide tener en cuenta que el código QR tenga una señal táctil, tal y como indica la CBE (Comisión Braille Española) y que el contenido al que redirija este código debe crearse siguiendo criterios de accesibilidad para que los usuarios puedan acceder a él independientemente de si utilizan un producto de apoyo o no