Jordi Morales consigue una plata en el Open de Egipto

Casi 25 años acumula ya golpeando la bola en la élite del tenis de mesa. Cada curso se revela contra el tiempo, los problemas de movilidad que le acompañan desde que nació -espina bífida congénita-

Casi 25 años acumula ya golpeando la bola en la élite del tenis de mesa. Cada curso se revela contra el tiempo, los problemas de movilidad que le acompañan desde que nació -espina bífida congénita- y los rivales que vienen apretando. Pero Jordi Morales sigue entre los mejores y añadiendo muescas a un palmarés espectacular. El jugador español ha comenzado con brío la nueva temporada tras lograr la medalla de plata en el Open de Egipto.

En la ciudad de Giza se ha erigido como subcampeón en clase 7 en el primer torneo internacional del año. Lideró el grupo A con dos victorias frente a los egipcios Abousteit Abdelmoneim por 3-1 (8-11, 11-5, 11-9 y 11-3) y Mahmoud Bashir por 3-0 (11-3, 11-2 y 11-5). Dos triunfos con los que accedía directamente a las semifinales y se aseguraba un puesto en el podio. El catalán volvió a desplegar un gran juego en el siguiente cruce para imponerse por 3-1 (11-3, 17-19, 11-5 y 11-5) al francés Kevin Dourbecker. Solo cedió en la final frente al egipcio Sayed Youssef, campeón africano y número cuatro del mundo, por 1-3 (8-11, 5-11, 12-10 y 7-11).

“Me costó coger el ritmo en la mesa, pero ha ido bien, me ha dejado buenas sensaciones”, recalca Morales, bronce en el Mundial de Granada del año pasado junto a Álvaro Valera, con quien también se llevó otro bronce en Tokio 2020. El actual número tres del ranking afronta con ilusión y ganas un año que será crucial para afianzarse en las primeras posiciones y amarrar el billete para los Juegos Paralímpicos de París 2024. “Me encuentro muy bien en todos los sentidos, gracias al Consejo Superior de Deportes, que ha diseñado el Team España, he podido crear en mi entorno un equipo multidisciplinar espectacular y eso me está ayudando mucho a estar en uno de mis mejores momentos físico y mental”, asegura.

El palista barcelonés confía en mantener su nivel y en repetir los resultados que viene cosechando en los últimos años. “El nivel paralímpico ha ido subiendo, cada vez la gente es más profesional, se evoluciona, se estudia y se trabaja más, con lo cual, cuesta más ganar una medalla, así que esto da sentido y mérito a los éxitos que voy consiguiendo, como el Mundial individual en 2018 o las medallas que he logrado con Álvaro en los Juegos de Tokio y en el Mundial de Granada”, explica.

Aunque lleva más de media vida compitiendo en este deporte, solo tiene 37 años y se ve con fuerzas de estirar su carrera. “El tiempo dirá, hay cuerda para llegar a París, que ya queda año y medio, y después de los Juegos ya veremos, habrá que ver cómo está la motivación, la energía, los proyectos y los apoyos económicos, todo eso se pondrá en una balanza y tomaré las decisiones oportunas”, subraya. Su objetivo está claro, quiere acudir a sus séptimos Juegos Paralímpicos: “Tenemos 15 meses para lograr la clasificación e ir cogiendo sensaciones y probar cosas para introducir en el juego y que nos pueda dar un salto de calidad para competir con los mejores”.

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