– Óliver Déniz aspira a ser elegido alcalde de este municipio de Tenerife en las elecciones del 28 de mayo – Quiere eliminar las barreras arquitectónicas para que su localidad sea totalmente accesible y «un
– Óliver Déniz aspira a ser elegido alcalde de este municipio de Tenerife en las elecciones del 28 de mayo
– Quiere eliminar las barreras arquitectónicas para que su localidad sea totalmente accesible y «un referente en discapacidad».
El candidato de Nueva Canarias a la Alcaldía de Candelaria, Óliver Déniz, fue el primer paralímpico en natación en Tenerife y la “medalla más importante” que logró fue “la integración”. Ahora ansía poder ayudar desde la política a que la sociedad sea la que “se adapte” a las personas con discapacidad y que no tenga que ser al contrario.
“Mi suerte será la de las personas con discapacidad”, subraya al conversar con Servimedia este político de 45 años con parálisis cerebral que se mueve en silla de ruedas y tiene un 80% de discapacidad. “Me cansé de quejarme y di un paso adelante”, explica, y se remite a la importancia de la política para “decidir” lo que tiene que ver con la discapacidad.
“La exigencia de hoy es el éxito de mañana” es su lema y lo que le ha llevado a ser un referente como nadador paralímpico y a montar una empresa de limpieza y servicios con ocho empleados. A día de hoy, mira a los comicios del 28 de mayo con la intención de “tener la llave para la gobernabilidad” en Candelaria y contribuir a que sea un enclave más accesible e inclusivo.
Nada le gustaría más que poder gestionar el área de Asuntos Sociales en Candelaria y avanza que así lo hará ver en cualquier negociación que se abra tras la noche electoral. Hay que encarar el problema de las barreras arquitectónicas en las calles y que un municipio turístico como el suyo sea totalmente accesible, por ejemplo, al ir a la playa, según relata.
La persona con discapacidad “también se va de vacaciones y gasta dinero”, enfatiza el candidato de Nueva Canarias. “Tenemos que ser un municipio inclusivo” y “yo trato de que Candelaria sea un referente en discapacidad”, traslada Déniz, llamando así a “gobernar con la lógica de que cabemos todos”.
TRAYECTORIA PARALÍMPICA
Se siente “reconocido” por sus conciudadanos, que le piden que como político sea el mismo “chico humilde y con las ideas claras” que triunfó en la natación. Pero al rememorar sus inicios recuerda que en 1993 fue descalificado en su primera prueba a nivel nacional. Lejos de tirar la toalla, al año siguiente, con tan solo 15 años, fue subcampeón de España en varias pruebas.
A los 19 ya era tercero de Europa en natación paralímpica y más tarde llegó al cuarto puesto en el Mundial de Nueva Zelanda y continuó cosechando éxitos. El deporte le ayudó “muchísimo” a “integrarse en la sociedad”. “Esa es la medalla más importante”, destaca. Con esta experiencia, asegura que “no hay límites si tú no te los pones”.
Por ello, su deseo no es otro que “los que vengan detrás lo tengan más fácil”, dar “voz” a la discapacidad desde la política “sabiendo lo que hay” y también hacer ver que “puedes llegar hasta donde quieras”. Su propósito ahora es demostrar que es “un buen gestor público” y contribuir a que la sociedad “se adapte” a las personas con discapacidad y no al revés.
Sin embargo, el candidato de Nueva Canarias en Candelaria y también número seis por la lista de Tenerife al Parlamento regional canario apunta que uno de los “errores garrafales” al tratar la discapacidad que sigue percibiendo es que “la gente ve la discapacidad y no a la persona”, hasta el punto de que hay quien llega a extrañarse por el hecho de que conduzca.
En su caso, recuerda que vive solo desde los 17 años y no entiende que le sigan preguntando dónde está “su jefe” cuando él es el dueño del negocio. “Nadie espera que una persona con discapacidad tenga una empresa de limpieza y menos en silla de ruedas”, critica mientras confiesa que la “mayor exigencia” en su vida ha sido emprender y su gran éxito ser ejemplo en el deporte para niños con discapacidad.